El devoto actor católico Jim Caviezel, mejor conocido por interpretar a Jesús en la película La Pasión de Cristo, llamó a sus seguidores de X a orar por el arzobispo Carlo Maria Viganò, quien ha sido acusado por el Vaticano de “cisma”.
Caviezel afirmó audazmente su apoyo al arzobispo Viganò el viernes por la mañana, llamándolo un “cruzado por la verdad”.
En una comunicación del 10 de junio, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) informó al arzobispo que se le acusa de hacer “declaraciones públicas que resultan en una negación de los elementos necesarios para mantener la comunión con la Iglesia católica; negación de la legitimidad del Papa Francisco, ruptura de la comunión con Él y rechazo del Concilio Vaticano Segundo”.
En respuesta, el arzobispo Viganò se defendió afirmando:
Considero las acusaciones contra mí como un honor… No es casualidad que la acusación contra mí se refiera al cuestionamiento de la legitimidad de Jorge Mario Bergoglio y al rechazo del Vaticano II: el Concilio representa el cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico del cual la ‘iglesia sinodal’ bergogliana es la metástasis necesaria”.
Repudio, rechazo y condeno los escándalos, errores y herejías de Jorge Mario Bergoglio, quien manifiesta un manejo del poder absolutamente tiránico, ejercido contra el fin que legitima la Autoridad en la Iglesia: una autoridad vicaria de la de Cristo, y como tal debe obedecerle sólo a Él”, escribió el ex nuncio apostólico en EE.UU.
Matthew McCusker ha señalado que bajo el Papa Francisco, el Vaticano supuestamente ha autorizado cosas que son contrarias a la ley de Dios, incluyendo ofrecer culto público a ídolos, “bendecir” a “parejas” homosexuales y admitir a adúlteros impenitentes a la Sagrada Comunión.
Así, el arzobispo ha calificado los escándalos y errores de Francisco como “principalmente una ofensa contra la Divina Cabeza de la Iglesia, Nuestro Señor Jesucristo, cuya sagrada autoridad Bergoglio pretende ejercer en detrimento del Cuerpo Místico, con una acción demasiado sistemática y coherente para parecer fruto de la mera incapacidad”.
El arzobispo Viganò sostiene que está “en plena comunión con la Iglesia Católica Apostólica Romana, con el Magisterio de los Romanos Pontífices y con la Tradición doctrinal, moral y litúrgica ininterrumpida que ellos han preservado fielmente”.
Caviezel ha sido un defensor abierto y valiente de la enseñanza católica durante al menos dos décadas: denunciando el aborto como el “mayor defecto moral del mundo occidental”; oponersea la investigación con células madre embrionarias; adoptar niños discapacitados; atribuyendo su éxito actoral a la intercesión de la Santísima Madre; y declarar que los católicos deben estar dispuestos a arriesgar sus vidas y su reputación para derrotar el mal en el mundo.
