El presidente de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, aprovechó su discurso en la sede de la Comunidad de Madrid para lanzar acusaciones veladas al presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.
El mandatario argentino hizo alusiones a los presuntos casos de corrupción abiertos contra la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, y su hermano, David Sánchez.
También hizo un alegato contra el concepto de la justicia social en el que intercaló una nueva andanada de dichos contra Sánchez y aseguró que no sabe de economía y lo acusó de quererse llevar a cuestas al pueblo español con sus políticas públicas.
Milei visitó por segunda vez Madrid en menos de un mes. La primera fue el pasado 17 de mayo, cuando participó en el foro de la extrema derecha europea organizado por Vox, en el que pronunció un discurso que provocó la crisis diplomática más grave de las décadas recientes entre ambos países, luego de llamar corrupta a la cónyuge del mandatario Sánchez. Entonces, el gobierno español exigió una rectificación y como ésta no se produjo decidió retirar a su embajadora en Argentina.
De ahí la expectación que provocó esta segunda y breve visita, que además contó con un giro de guión de última hora: en principio sólo asistiría a la entrega de un premio por parte de la fundación ultraliberal Juan de Mariana, pero el gobierno de la Comunidad de Madrid decidió concederle la medalla internacional de su gobierno. Un gesto calificado por el Ejecutivo español de deslealtad inaceptable.
Desde su llegada al aeropuerto de Torrejón de Ardoz, donde suelen llegar las autoridades extranjeras, Milei recibió todo el amparo y la protección del gobierno español, a pesar de que se trataba de una visita privada, según especificó el ministerio de Asunto Exteriores.
En la sede del gobierno regional, situado en la céntrica Puerta del Sol, fue recibido por centenares de personas, la mayoría argentinos residentes en España, que coreaban su nombre y sus habituales consignas: ¡Viva la libertad, carajo!
Pero también había otra concentración, un poco menos numerosa, de los detractores de sus políticas públicas.
Milei recibió de manos de Díaz Ayuso la polémica presea y luego tomó la palabra y arremetió contra el gobierno español, su anfitrión.
Habló de los socialistas, a quienes acusó de crear un monstruo horrible y empobrecedor llamado justicia social. Una idea aberrante, afirmó. No dejen que el socialismo arruine sus vidas, sentenció el mandatario argentino.
Agregó que los socialistas suelen enarbolar cuestiones nobles, pero la discrecionalidad siempre juega una mala pasada, digamos que siempre hay filtraciones en las porosas manos de los políticos. Quizá no es la del político directamente, quizás es la del hermano o de la pareja, y el que quiera entender que entienda.
Señaló, refiriéndose al presidente Sánchez: El conocimiento en economía lleva al liberalismo. Si los socialistas entendieran de economía no serían socialistas. Pero bueno, parece que una de las excepciones a la regla la tienen ustedes con el señor Sánchez, que, evidentemente a pesar de haber estudiado economía, o no entendió o le gusta mucho el Estado para llevarse a cuestas a los españoles. Pero tengo esperanza de que estén despertando como despertó Argentina.
Después, Milei se trasladó al Casino de Madrid, donde cenó con representantes de las fundaciones, institutos de estudio, empresarios y dirigentes políticos que pugnan por imponer en el país el ideario neoliberal, que es el que defiende el Instituto Juan de Mariana, que es el que concedió el galardón.
