La cuesta de enero y la pandemia se ha convertido en una fórmula devastadora para la salud mental en México, en el mundo y Veracruz no es la excepción; señaló el vicerrector de la Universidad del Conde y experto en conductas antisociales Arturo Conde Pérez.
De todos es sabido lo complicado del año que terminó, el cual sin lugar a dudas marcará un hito en la historia mundial.
Aquí en México ya hay quienes la catalogan como “la peor cuesta de enero en muchos años”, como lo es el caso de algunas Cámaras Empresariales, las cuales desde el inicio de la Pandemia ya venían alertando de la difícil situación que se avecinaba.
Más allá del tema económico, que de por sí es muy preocupante y el origen de diferentes problemáticas igualmente delicadas, la salud mental es una de las áreas que más ha venido afectando el entorno generado por la Pandemia de COVID-19 en el mundo y nuestro país no es la excepción.
Al conmemorarse este 13 de enero el Día mundial de la lucha contra la depresión, seguramente la reflexión en torno a este grave problema, que ya de por si afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, se centrará en los devastadores efectos que para la población está teniendo la grave situación que en todo el mundo se vive como consecuencia de la Pandemia.
Al respecto, Arturo Conde Pérez, quien además de ser Vicerrector de la Universidad del Conde, es Presidente Nacional del Colegio Nacional de Consejeros, cuyas actividades se enfocan en promover la profesionalización de Consejeros que están al frente de grupos de rehabilitación de conductas antisociales. Al respecto nos comentó:
“Varios estudiosos en el tema de la depresión a inicio de año, han señalado que algunos de los factores que inciden en el aumento de casos de depresión en estas fechas son consecuencia del incremento del gasto que la población hace a fin de año, muchas veces sin tener un respaldo real para hacerlo y las consecuencias inician cuando las facturas de cobro llegan al mes siguiente.
“También se ha señalado al frío y la pronunciada obscuridad como dos elementos que también inciden en el aumento de la depresión entre la población; sin embargo, esta “cuesta de enero del 2021” seguramente será memorable, desgraciadamente, ya que se agregará el miedo y la incertidumbre que la población tiene en relación a los efectos de la pandemia, los cuales son evidentes a nivel Mediático, pero sobretodo cuantificables en el círculo familiar y de amistades de prácticamente toda la población”.
Sobre el efecto que esto tendrá para la salud mental, Conde Pérez concluyó: “…En concreto, una situación bastante complicada a varios niveles, pero sin lugar a duda también para el deterioro de la salud mental y todo lo que esto conlleva”.
