PARA Cuitláhuac García Jiménez, gobernador del Estado de Veracruz, acostumbrado a no preocuparse por lo que pase a la entidad y sus habitantes, el fin de su gobierno, se está viendo complicado, porque de alguna manera tiene que atender las necesidades de miles de veracruzanos que en este momento la están pasando muy mal debido a las inundaciones que tienen, principalmente, en la cuenca del Papaloapan y todo el sur del Estado, donde las lluvias han golpeado a las personas que tienen menos posibilidades económicas o que están, prácticamente, en la llamada extrema pobreza.
Le faltan, más o menos, treinta y tres días, para que entregue la administración estatal a la gobernadora electa Rocío Nahle García, pero todo parece indicar que, hasta el mismo sistema meteorológico, le está reclamando al gobernador su poca acción en favor de quienes prometió gobernar y que ahora lo necesitan para salir de los problemas en que se encuentran.
No es, exactamente que tenga que irse a mojar los pies como lo hacía el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, pero sí dictar las instrucciones necesarias para atender de inmediato las necesidades de alimentación, los casos de salud que se presentan normalmente con la acumulación de agua, reparación de hogares, caminos, carreteras y hasta los casos de fallecimientos que, en estas condiciones también ocurren lamentablemente. Los bailes para celebrar las tradiciones de todos los santos, tendrán que esperar un poco o sencillamente cancelarlos para concentrar toda su atención en satisfacer todas las necesidades que se presentan en todo el Estado, pero de manera más urgente en los pueblos y ciudades que están sufriendo por el desbordamiento de ríos y sus lamentables consecuencias.
INCONFORMIDAD POLÍTICA Y SOCIAL
YA COMENTÁBAMOS EN pasadas entregas que no todo el país está contento con la forma de gobernar de Claudia Sheinbaum, cuando han pasado tan solo veintiocho días del inicio de su administración federal, principalmente porque quiere e insiste en continuar al pie de la letra con el proyecto de la cuarta transformación que su jefe, ahora ex presidente, le dicta desde algún lugar.
Cuánto tiempo habrá de pasar para que Sheinbaum Pardo, pague la deuda política que contrajo con el ex mandatario, a quien le debe la presidencia de la república, entre otros favores de grandes dimensiones políticas.
El autoritarismo y la dictadura, quizá para otros pueblos de la tierra, les quede muy bien y lo acepten, pero no para los mexicanos que están acostumbrados a vivir dentro de un sistema político de libertades dentro del marco del derecho. A respetar las leyes y apegarse, lo más que se ha podido, a la convivencia pacífica y sin reclamos, al respeto de sus bienes y su persona, por lo que ahora, al ver atropellados sus derechos nace la posibilidad de que tenga que rebelarse y buscar el establecimiento de un gobierno que se dedique a trabajar y resolver los grandes problemas que padece, como ha sido la intención de los ciudadanos que votaron en la pasada elección del dos de junio.
AHUED PRONTO SE VA, PERO DEJA UN GRAN LEGADO
EL ALCALDE DE XALAPA, Ricardo Ahued Bardahuill, es considerado como el mejor alcalde que ha gobernado a los xalapeños, dejando en su segunda administración municipal, un gran legado consistente en diversas obras que se han ejecutado en toda la capital veracruzana, creando una nueva y mejor imagen de la ciudad. Recientemente ha entregado múltiples obras de beneficio social, entre la que destaca, sin duda alguna, la reparación de la calle Rafael Lucio, en el tramo comprendido entre Juárez y Poeta Jesús Díaz. No se escatimaron recursos y menos el esfuerzo que todas las autoridades municipales pusieron en esta obra, que incluye dos mil 536 metros de superficie con concreto hidráulico, red de agua entubada, drenaje sanitario y drenaje pluvial, así como el alumbrado público, con lo cual se facilita el acceso al centro histórico y mayor seguridad vial y peatonal.
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.