Martínez de la Torre,Ver. – La caída del precio del limón está hundiendo a la región citrícola de Martínez de la Torre en una de las peores crisis de su historia. Productores desesperados se ven obligados a tirar su cosecha al suelo, incapaces de venderla a precios que ni siquiera cubren los costos de producción. Esta situación crítica ya ha dejado a miles de trabajadores sin empleo, afectando directamente la economía local.
El licenciado Valentín López, productor de limón en San Rafael, declaró que la única alternativa viable para muchos es dejar que el fruto caiga de los árboles. “No da ni para pagar a los cortadores, ¿Cómo quieren que sigamos produciendo?”, lamentó. La desesperación en el campo es palpable, y los pequeños productores aseguran sentirse abandonados por las autoridades.
En las zonas rurales, los limoneros han comenzado a tirar toneladas de fruta a la intemperie, argumentando que los precios actuales les generan pérdidas insostenibles. “Es más caro cosecharlo que dejarlo podrirse en el suelo”, explican con resignación. La falta de regulación en los precios y el abuso de los intermediarios han terminado por asfixiar a los campesinos.
Los productores señalan que mientras los precios internacionales del limón se mantienen estables, los intermediarios o “coyotes” ofrecen precios insultantemente bajos a los agricultores. Valentín López exigió que se implementen garantías de precio justo que protejan a los productores. “Ya no podemos seguir trabajando solo para que otros se enriquezcan a costa de nuestra miseria”, afirmó con indignación.
La crisis ha encendido las alarmas en la región, donde la citricultura es el motor económico principal. Sin una solución inmediata, el colapso de esta industria podría tener consecuencias devastadoras para las familias de Martínez de la Torre, Misantla, Nautla y San Rafael. Mientras tanto, el limón, símbolo de esperanza y trabajo arduo, yace ahora como un testimonio amargo del abandono y la injusticia.
(TOMADO DE El Chiltepín)