Lo fácil hubiera sido que Pepe, Américo y Mota pidieran ir de “pluris”, pero al elegir la vía uninominal, de cierto modo, obligan a su partido ser más exigente en la selección de quienes pudieran ocupar esta figura con sentido proporcional. Es más, el asunto no sólo se circunscribe en su partido, sino igual alcanza a sus aliados. Hasta se podría parafrasear la legendaria respuesta del Teniente Segundo, Jake Jenson, de West Point y graduado con honores: “El PRD y PAN están obligados a buscar a los mejores entre los mejores de los mejores, señor!”… De Hombres de Negro a Candidatos de la Alianza.
Así es… por las curules locales, tanto PAN como PRD, tendrán que ubicar personajes con conocimiento y experiencia que sumen y de ser posible, multipliquen votos. Dicho en otras palabras: gallos del tamaño de Pepe, Américo y Mota, precandidatos aparentemente fuertes, posicionados política y socialmente en sus respectivos distritos (Coatepec y Xalapa), con saber en la presidencia municipal, en las curules locales y federales, así como en ramas del Poder Ejecutivo… nada de curvaturas de aprendizaje ni “a ver qué ideota se nos ocurre”.
(Ok… siendo precisos, ni Mota ha sido alcalde, ni Pepe ha ocupado cargo en Gobierno del Estado, ni Américo ha sido diputado federal)
El hecho de que estos tres priistas decidan ir a la uninominal, repito, no es fácil… no cuando la alternancia ya no permite amarrar perros con longaniza, pero creo que hay que reconocer que la situación por la que atraviesa el país, en cualquier término, haría ver mal a Pepe, Américo y Mota, por citar a algunos, evadiendo de cierto modo su responsabilidad política, primero, con su partido… y si me permiten, hasta con los ciudadanos, por un lado, de su distrito; por el otro, con los veracruzanos y los mexicanos.
¿Por qué citar esto? la Cuarta Transformación debe ser el parteaguas para que sea en serio esta Transformación. No hay que pelearse con la Alternancia, pero el ciudadano debe entender que hay que tener contrapesos para evitar lo que se quiso eliminar y ahora sólo se disfraza con discursos mañaneros: autoritarismo, poder absoluto, corrupción.
Si acaso Pepe, Américo y Mota llegaran a San Lázaro junto con otros más que significaran una mayoría como oposición, uno espera (igual como ocurre en cada proceso electoral) que actúen, pero ya no se les pediría que en beneficio de sus representados ni en pro de los veracruzanos… sino pensando en México.
Esto no implica convertirse en el antagonista perfecto de Andrés Manuel López Obrador… al contrario… se insiste: es volverse en un contrapeso que implique encontrar el equilibrio, el justo medio que obligue al Poder Ejecutivo a reflexionar, cavilar, consensuar, llegar al diálogo y entender qué es lo mejor para el ciudadano… porque quizás es lo que le pasa a la Cuatro-T y por eso no despega: No hay fuerza que frene sus ímpetus y sí focas que le aplauden hasta porque se eche un pedo.
Igual uno espera que el PAN lleve sus mejores cartas en la contienda; que el PRD hurgue con el mismo propósito; ¡vamos! como dijeran al inicio de cada mes los internautas: “¡Sórprendeme, Morena!” y que nos exponga naipes interesantes, no producto de la tómbola porque nos dejó en claro, en estos primeros tres años de gobierno municipal y diputados locales, y otros dos más de Gobierno federal y estatal, que por falta de ganas, no paran… pero México no requiere de buenas intenciones, sino de experiencia probada que igual se puede encontrar en el PRI con Pepe Yunes, Américo Zúñiga, Adolfo Mota; hay que esperar qué dice el PAN, el PRD, ¡vamos! ¡insisto! hasta qué proponga Morena… Mientras, el PRI ya puso vara alta.
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