Vaya que la Conade fue toda una mina de oro para su ex director Alfredo Castillo del Mazo, quien este día fue inhabilitado 10 años por la Secretaría de la Función Pública para desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio público.
La sanción obedece a que el ex director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte omitió declarar seis cuentas bancarias a su nombre y al de su cónyuge en las que tenían 18 millones 300 mil pesos.
Sinceramente al saber cómo se mueven ciertos políticos no se me hace nada extraño que Alfredo Castillo se haya apoderado de esa cantidad durante su estancia en la Conade o tal vez también cuando fungió como comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral en el Estado de Michoacán o en su paso por la Procuraduría del Estado de México y en la Profeco, claro está que todo en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Por lo visto el hombre se dio una gran vida durante su estancia en este organismo porque francamente no se le conoce en la Conade por sus logros, por su apoyo y respaldo a los atletas porque desde siempre se vio que era un improvisado, una persona que de deporte y la administración del mismo no sabe nada, un oportunista que aprovechó sus relaciones con el entonces presidente Enrique Peña Nieto para ejercer cargos importantes en ese malogrado sexenio.
Lo cierto es que en la Conade se vio envuelto en polémicas, exclusivamente por irregularidades en compras y gastos en ese organismo que, ya se ha visto, fue su “minita de oro”.
Y por mentir en sus declaraciones patrimoniales de 20141 a 2016, Castillo del Mazo fue castigado de toda función pública durante una década, aunque ciertamente yo creo que fue todo para él en este espinoso terreno porque no creo que estando involucrado directamente en actos de corrupción algún valiente lo llame a las filas de su partido. ¿O sí?
