Enterrado en la historia inspiradora y generadora de titulares de una mujer de 105 años que acredita que la oración y el comer pasas cubiertas con ginebra la ayudaron a recuperarse del coronavirus, está el hecho de que la centenaria contrajo el virus, un día después de recibir la segunda y última dosis de la vacuna Pfizer COVID-19.
Lucia DeClerck, “la residente más antigua de su hogar de ancianos en el sur de Jersey, se enteró de que había contraído el virus en su 105 cumpleaños, el 25 de enero, el día después de haber recibido su segunda dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, según Michael Neiman, el administrador de la casa”, informó The Seattle Times a través de un artículo reimpreso de The New York Times.
“Ella mostró pocos síntomas, dijo Neiman. Y en dos semanas estaba de regreso en su habitación, sosteniendo su rosario y usando sus característicos lentes de sol y su gorro de punto”.
DeClerck dijo que ha vivido hasta los 105 gracias a “Prayer. Oración. Oración ”y“ nada de comida chatarra”.
“Un católico devoto, DeClerck dirigía las oraciones del rosario cada semana en el hogar de ancianos y, antes de la pandemia, era un elemento fijo en la misa semanal”, según The Seattle Times.
La cobertura de noticias de la notable mujer señaló que ella vivió la gripe española, las dos guerras mundiales y “la muerte de tres maridos y un hijo”. Parece que la gente de todo el espectro político se inspiró en la historia de DeClerck y sus hábitos “entrañables”, como comer pasas cubiertas con ginebra.
Ninguna de las vacunas contra el coronavirus disponibles en los Estados Unidos son vacunas de virus vivo, lo que significa que, en teoría, no es posible contraer el virus de la vacuna. El hecho de que DeClerck contrajera el virus después de recibir ambas inyecciones plantea dudas sobre la eficacia de la vacuna, al igual que los numerosos otros casos de personas que dieron positivo por COVID-19 después de recibir una o ambas dosis de la inyección.
Las autoridades sanitarias también han hecho predicciones contradictorias sobre si las vacunas detendrán la transmisión del virus (a pesar del hecho de que se supone que debe funcionar una vacuna para dar inmunidad a las personas contra una enfermedad) y si se necesitarán inyecciones de refuerzo.
El Dr. Anthony Fauci, asesor médico en jefe del presidente Joe Biden, ha dicho que incluso después de recibir la vacuna, los estadounidenses no deben ir a restaurantes ni a cines. Muchos líderes mundiales, incluido Biden, todavía usan una máscara (o dos) a pesar de haber recibido ambas dosis de la vacuna.
Según el gobierno de E. U. , al menos 271 personas han muerto después de ser vacunadas contra COVID-19 hasta el 22 de enero de 2021. En ese momento, un total de 9,845 eventos adversos posiblemente relacionados con las vacunas COVID-19 fabricadas por Pfizer y Moderna registrado por el Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS), aunque el número real de casos probablemente sea mucho mayor.
Mientras tanto, el gobierno del Reino Unido ha advertido que las mujeres embarazadas y lactantes no deben recibir la vacuna. En diciembre de 2020, publicó una guía para profesionales médicos sobre la vacuna Pfizer recomendando que las mujeres embarazadas no la tomen y recomendó a las mujeres en edad fértil que no quedaran embarazadas dentro de los dos meses posteriores a la aceptación de su segunda dosis.
También se advirtió a las mujeres que la vacuna no debe usarse durante la lactancia, ya que aún se desconoce su efecto en los bebés. Con respecto a la fertilidad, la “Información Reg 174 para profesionales de la salud del Reino Unido” de 10 páginas, solo decía que “se desconocía si la vacuna COVID-19 mRNA BNT162b2 tiene algún impacto”.
Ocho bebés por nacer, muchos de ellos tardíos y por lo demás sanos, también sufrieron un aborto espontáneo o nacieron muertos poco después de que sus madres recibieron la vacuna Pfizer, según datos del gobierno de E. U.
Por Claire Chretien.
