Ahora que el Congreso de Veracruz está a punto de discutir y aprobar en su caso una iniciativa de ley relativa a la forma de designación y al periodo de ejercicio de él o la titular de la Fiscalía General del Estado, es tiempo de que en la entidad haya un o una fiscal con el perfil adecuado en materia penal, no improvisado, y que garantice los mejores resultados para la procuración de justicia.
La historia reciente de Veracruz ha demostrado que los y las fiscales “carnales” no han sido la mejor opción para atender la alta responsabilidad de procurar justicia, y han sido los veracruzanos y justiciables quienes han pagado las consecuencias.
Tal fue el caso de los primeros dos fiscales, Luis Ángel Bravo y Jorge Winckler, el primero con Javier Duarte y el segundo designado en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares. Ambos personajes terminaron en prisión acusados de desaparición forzada de personas.

La tercera, Verónica Hernández Giadans, todavía en funciones, también ha enfrentado un enorme desgaste debido a su mala gestión de temas relacionados con las recomendaciones de las comisiones nacional y estatal de derechos humanos y a su mala relación con diversos grupos ciudadanos, como los colectivos de búsqueda.
Por eso al abrirse la posibilidad de una necesaria renovación del titular de la Fiscalía, se requiere de un perfil preparado y de mano firme, una fiscal de hierro, pero respetuosa de los derechos humanos y de los organismos dedicados a protegerlos, para hacerse cargo de la procuración de justicia en Veracruz.
En ese tenor, entre los nombres que se han mencionado, desde la perspectiva de la sociedad civil se observa con interés el perfil de la maestra en Derecho Penal Dulce María Romero Aquino como una opción que tanto el Congreso del Estado como la gobernadora Rocío Nahle podrían tomar en cuenta para ocupar esa importante posición.
De acuerdo con su perfil académico, Dulce María Romero Aquino es Licenciada en Derecho por la Universidad Veracruzana. Tiene una Maestría en Derecho Penal por la Universidad de Tlaxcala y Certificación en el Nuevo Sistema Acusatorio Oral Adversarial por el Sistema de Implementación del Nuevo Sistema Penal de la Secretaría de Gobernación.
La maestra en Derecho Penal fue catedrática de esta materia en la Universidad de Xalapa y en la UPAV, campus Orizaba, donde también imparte la materia de Derecho Procesal Penal.

Adicionalmente, Romero Aquino fue Agente del Ministerio Público Conciliador e Investigador en Xalapa, además de Presidenta Municipal de Camerino Z. Mendoza de 2008 a 2010, donde tuvo un desempeño intachable.
También ha sido abogada litigante y actualmente es la Presidenta de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Veracruz, donde siempre ha demostrado un trabajo sensible y apegado a la ley, respetando los derechos de los justiciables.
Desde la sociedad civil, en suma, hay buenas expectativas de que perfiles como el de la maestra Dulce María Romero Aquino sean evaluados y considerados para ocupar la titularidad de la Fiscalía General del Estado.
Sería un acierto para Veracruz.