La continuidad de Morena en Veracruz

Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
Email

Si bien podría hablarse de varios factores que contribuyeron a la continuidad de la Cuarta Transformación, tanto en Veracruz como a nivel nacional, entre otros, habría que destacar los altos índices de aprobación del ex presidente Andrés Manuel López Obrador y los programas sociales.
En el caso de Veracruz, además de los dos citados, sin duda un factor que influyó en el terreno político-partidista fue el trabajo realizado a ras de tierra por el ex gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta.
En principio, habría que recordar que tanto el ex mandatario estatal como el actual dirigente de Morena en la entidad forman parte del mismo grupo de cuadros jóvenes que se formaron en las tareas de activismo político-partidista impulsado por el ex presidente López Obrador para afianzar el proyecto de la Cuarta Transformación en Veracruz.
Y en términos de resultados, sus adversarios de afuera y de adentro podrán decir misa, pero lo cierto es que las tareas político-partidistas emprendidas por la dupla García Jiménez-Ramírez Zepeta ayudaron a Morena a construir una estructura territorial a través de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.


De igual forma, impulsaron una nueva clase política estatal y en los municipios, identificada con los postulados de López Obrador.
Por eso quienes cuestionan al ex mandatario estatal por su falta de trayectoria o experiencia política, previo a asumir la gubernatura del estado, pasan por alto o tratan de escatimar su contribución a la construcción de la plataforma que ha permitido consolidar el proyecto político de Morena en Veracruz.
En ese sentido se entiende el significado del primer piso de la Cuarta Transformación, cuyas bases fueron uno de los factores que contribuyeron a apuntalar la continuidad política de Morena en la entidad, tanto en la gubernatura del estado, la mayoría del Congreso local y los ayuntamientos que gobierna actualmente.
En el caso de Ramírez Zepeta no ha sido cosa menor sobrellevar la dirigencia estatal del partido en el gobierno, donde convergen varios grupos que vienen desde la izquierda y de otras fuerzas políticas que se han ido sumando a Morena a lo largo de una década y que sobre todo en época de elecciones, buscan presionar para acomodar a sus incondicionales para posicionarse políticamente.
Tal es el caso de lo ocurrido en estos días con el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara quien ha tratado de cuestionar, golpear y descalificar el liderazgo de Ramírez Zepeta dando voz a señalamientos que solo defienden sus intereses de grupo y a los que el dirigente de Morena respondió ayer con claridad y de forma contundente.


Palabras más, palabras menos, el dirigente estatal del partido gobernante, alineado plenamente con la posición política de la gobernadora Rocío Nahle, exhibió al polémico legislador al acusarlo de actuar como vocero de la familia Yunes y del senador Adán Augusto López Hernández, quienes han tratado de controlar al partido en la entidad, cosa que la mandataria estatal no ha permitido.
Desde esa perspectiva, queda claro que el trabajo político-partidista de la dupla Cuitláhuac García-Ramírez Zepeta resulta incómodo para los grupos de interés que pretenden disputar el control de Morena en Veracruz y a los cuales sirve el senador Manuel Huerta.