Como en política no hay casualidades, los embates que en las últimas semanas ha enfrentado el ex gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, parecen tener nombre y apellido, y son parte del fuego amigo al interior de grupos de Morena, aunque no solo de Veracruz, como algunos pretenden hacer creer para amarrar navajas, sino de la Ciudad de México, específicamente de la Cámara de Diputados.
Varios nombres han salido a relucir en esta trama, todos vinculados abiertamente o tras bambalinas a la Cuarta Transformación. Se trata de los diputados federales Ricardo Monreal y Javier Herrera Borunda, y de los veracruzanos José Manuel del Río Virgen y Dante Delgado Rannauro.
La historia se remonta a diciembre de 2021, cuando del Río Virgen – entonces secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, que presidía Monreal – fue detenido por la Fiscalía General del Estado de Veracruz, por su presunta participación en la comisión del delito de homicidio doloso calificado, en agravio del candidato a la alcaldía de Cazones de Herrera por Movimiento Ciudadano, René Tovar.
José Manuel del Río salió del penal de Pacho Viejo seis meses después, tras la sentencia del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito, que dejó sin efecto el auto de vinculación a proceso en su contra y declaró sin materia los alegatos de la Fiscalía General del Estado.

Para nadie es un secreto que el proceso contra del Río Virgen provocó una abierta confrontación política entre el senador Monreal y su aliado, el también senador y dirigente nacional de MC, Dante Delgado, con el gobierno de Cuitláhuac García.
Pues bien, resulta que en la primera quincena de febrero de este año, José Manuel del Río Virgen fue nombrado titular de la Dirección de Control Interno y Evaluación Técnica de la Auditoría Superior de la Federación, a propuesta de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, que preside el diputado veracruzano Javier Herrera Borunda, secretario de organización del Comité Ejecutivo Nacional del PVEM, y aliado del diputado Ricardo Monreal.
Así que Del Río Virgen es el encargado de auditar al órgano encargado de revisar el uso de los recursos públicos federales en los tres poderes de la unión; los órganos constitucionales autónomos; los estados y municipios; y en general cualquier entidad, persona física o moral, pública o privada que haya captado, recaudado, administrado, manejado o ejercido recursos públicos federales.
Es decir, le toca revisar las cuentas públicas del gobierno de Veracruz, así como las del Centro de Control del Gas Natural (Cenagas), que actualmente encabeza el ex gobernador Cuitláhuac García.

José Manuel del Río Virgen es militante de Movimiento Ciudadano y es muy cercano al líder moral de ese partido, Dante Delgado Rannauro; al mismo tiempo, es parte del grupo del coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal, de quien fungió como secretario técnico cuando aquel fue presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.
Por eso no es de extrañarse que los embates mediáticos en contra del exmandatario morenista de Veracruz vengan precisamente de esa área del Congreso, controlada por Monreal y Javier Herrera, hijo del ex gobernador priista al que el Congreso local – donde despacha otro adversario local de García Jiménez – le acaba de hacer un homenaje este domingo.
El problema es que, luego del espaldarazo que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, le dio al ex gobernador de Veracruz la semana pasada, está claro que Monreal y sus aliados juegan por la libre y bajo su propio riesgo.