Xalapa, Ver.- “Dale gordito”, “no fuera una hamburguesa”, “métela y te ganas unos tacos”, “saquen el oxígeno”, “cambio, el gordo ya está echando las tripas”… expresiones como esas se escuchan cada semana en la cancha “Seven Goal” dentro del “Torneo de Gordos” de Coatepec.
El inusual certamen de futbol rápido tiene buena respuesta por equipos de Coatepec, Xalapa y Naolinco, como Los Porkys, Los Cochilokos, Kilos Mortales, 2XXL y Mantecosos, nombres que van acorde con el kilataje de cada elemento.
Uno de los entusiastas participantes es el Petrokuinos, escuadra xalapeña que se integró para intervenir en un torneo especial y exclusivo para futbolistas que pesan más de 90 kilos.
Aunque inicialmente la escuadra petrolera se formó para pasar un rato ameno con los amigos, sus jugadores se percataron que podrían competir. “Al principio fue por diversión y deporte, ya después vimos que podíamos competir y le echamos más ganas”, dijo uno de sus integrantes.
El plantel se integró con Édgar “Tierno” Aguilar, Gerardo “Gerry” Zárate, Manuel “Pelón” Méndez, Diego Jiménez, Julio Sánchez, Miguel Sánchez, Ricardo Sánchez, Sebastián Sánchez, Richard Jiménez y Diego Herrera, de hecho éste último es el capitán y goleador del certamen con 14 anotaciones.
En la parte directiva la escuadra es conducida por el tesorero de la Sección 40 del STPRM, Francisco Ortiz, así como por el secretario de deportes, Jaime Antonio Rivera León, mientras que en la dirección técnica está Mario Parra, el famoso “Mamichi”, quien por cierto es el jugador de mayor peso en el plantel con 115 kilos de pura dinamita.
Petrokuinos lleva tres triunfos por cinco derrotas, marca que al final de cuentas no importa porque lo principal es que todos tienen actividad, al menos más que en los equipos “convencionales” en los que participaban anteriormente.
Es por ello que todos sus integrantes gozan de sus encuentros, pues todos sin excepción ven acción. No hay mucho tiempo para calentar la banca porque todos juegan, todos se cansan, sudan la gota gorda salen y vuelven a entrar, pero lo hacen con gran entusiasmo, mostrando ese talento escondido y de alto tonelaje que en los equipos “convencionales” en los que participaban no supieron apreciar.