Desde el primer minuto del día 3 de junio, la propaganda y proselitismo electoral debieron ser retirados como parte de un proceso racional sobre la preferencia político electoral de la sociedad.
Comenzó la veda electoral, y para esto, no basta con dejar de anunciar un exhorto al voto a través de la propaganda en autos, bailes y cantos, tampoco basta con retirar pancartas, ni dejar de entregar volantes a la colectividad, ahora, se trata de un acto que involucra a las y los ciudadanos a la concientización y determinación de sus propios derechos.
Inició el proceso de concientización de todos nosotros los ciudadanos; hemos escuchado las propuestas, – no en todos los casos, – de quienes aspiran a ocupar un cargo público, y en esa reflexión debemos preguntarnos ¿Cuál es el candidato más viable? ¿Quién o quiénes pueden ser los representantes que necesitamos en una alcaldía, diputación local o federal?
Entre hoy y el próximo domingo no hay más diferencia que la decisión para votar y ojalá que haya una alta participación de sufragios para obtener urnas llenas de votos y evitar se dé una baja participación de electores; hay quienes aseguran que si acaso habría un 40 % de votantes, pero hay que reconocer que las urnas llenas siempre favorecen a la transparencia y la baja de sufragios invita a la sospecha.
Así pues, se avecina el día de la doble “F” y doble “G” ; los Guerreros y Gladiadores y los Factores y las Facturas pues, el mal o buen humor social veremos que nos dice en las urnas.
La mejor encuesta preliminar o de salida, la más precisa de toda percepción será el resultado final de la tarde noche del día domingo 6 de junio. Salgamos a votar. No se vale quejarse o lamentarse sino se participa.
Buena suerte a los árbitros: INE y OPLE y buena suerte a todas y todos quienes contienden.
¡ ES CUANTO !
