- Violencia política
Los debates organizados por el Organismo Público Local Electoral y que tuvieron un costo millonario, resultaron un verdadero fracaso, la rigidez del formato y la concentración de candidatos en las cabeceras distritales, fueron los motivos para desalentar la participación de las y los candidatos que querían algo más.
Los consejos electorales deberán pensar muy bien para las próximas elecciones el tema de los debates, pues los únicos debates que tuvieron éxito fueron los de la estación de radio XEU de Veracruz. Ahí los aspirantes tuvieron la oportunidad de darse con todo y además presentar sus propuestas.
En el resto del estado, de los 212 aspirantes y los 30 candidatos a diputados locales, no tuvieron la oportunidad de confrontar ideas y propuestas de cara a la sociedad que los va a elegir el próximo domingo 6 de junio.
Los debates organizados por el OPLE no ofrecieron ningún atractivo para los aspirantes ni para el electorado, buena parte de los municipios y distritos de plano se declararon desiertos, en el resto asistieron dos o tres aspirantes de los 14 partidos políticos que participan en el Proceso Electoral Local.
El presidente del Consejo General del OPLE, Alejandro Bonilla Bonilla, se anota un fracaso más en su carrera como funcionario electoral, aunque al igual que el resto de los consejeros, mantiene un sueldo generoso con o sin buenos resultados en su labor de promoción a la democracia.
VIOLENCIA POLÍTICA
La violencia en contra de los aspirantes y sus equipos de campaña no cesa en el estado de Veracruz, ya en el periodo de las 72 horas de veda electoral, siguen los ataques violentos.
Este viernes, en Coxquihui, la casa de campaña del candidato de Fuerza por México fue baleada con un trágico saldo de dos personas muertas, por fortuna el aspirante no se encontraba en el lugar de los hechos.
En la última semana, las agresiones subieron de tono y también se registró el atentado en contra del candidato del PAN a la alcaldía de Yanga. Aun faltan horas de veda y el día de las elecciones en el que esperan más actos de violencia que rebasan a las autoridades preventivas y correctivas.
