No engañe más Presidente López Obrador ni trate de maquillar con más cortinas de humo lo que tiene huellas dactilares de la corrupción y engaño de su régimen.
Irregular y distractor para calmar los ánimos de los necesitados del medicamento, así parece su conducta en ésta como otras ocasiones.
Está mintiendo, como lo ha hecho en todo este mandato cruel y criminal; están muriendo niños con cáncer que pudieron y pueden salvarse mientras las posibilidades estén latentes, pero con los insumos básicos y necesarios a su alcance, no con engaños y distractores.
El supuesto robo de medicamentos no nos deja tranquilos ni a la sociedad ni a la comunidad médica oncologica, pues no sabemos si ya eran del sector público o eran propiedad de alguna empresa farmacéutica; tampoco si estaban en condiciones de administrarse ya que al parecer no tenían registro sanitario.
Los hospitales públicos padecen el mal suministro de medicamentos y los privados resienten el incremento en los precios, derivado de la situación de aumento de demanda y menor oferta.
Todo esto trae y traerá consecuencias en los niños como son: mayor riesgo de recaídas y mayor riesgo de falla al tratamiento; y, por lo tanto, de incremento en la mortalidad, lo cual es muy triste.
Sus engaños alejan de la vida a niños y adultos, mujeres y hombres, y con ellos mueren esperanzas en las familias.
Su régimen sigue lastimando en la economía a la sociedad mexicana y, con ello, en los sentimientos y afectos como en el espíritu y el alma de todos. Ya basta.
El humor social se lo cobrará en las urnas, como desde ahora en los sentimientos de la población afectada.
¡ES CUANTO!
