La cantante Britney Spears lleva décadas luchando por su libertad económica y muchos creen que personal. A sus 39 años y tras recibir mucha ayuda mundial con el movimiento #FreeBritney, la artista ha tomado las riendas de su vida y eso se nota también en sus redes sociales.
Brit ha dicho basta, ha asegurado que se retira de la música hasta que no gestione ella sus propias ganancias y está dispuesta a enviar a su padre a prisión si es necesario con tal de que deje de administrar lo que a ella le pertenece.
Esta liberación mediática y pública empezó hace dos semanas en su Instagram con un revelador post de texto que decía: “Nunca olvides quien no te ayudó cuando lo necesitabas ni quien te ayudó sin ni siquiera tener que pedírselo”.
En dicho post, la artista decía que “No hay nada peor que cuando las personas más cercanas a ti que nunca se presentaron a tu lado publican cosas sobre tu situación, cualquiera que sea, y hablan con rectitud para pedir apoyo … ¡No hay nada peor que eso! ¿Cómo se atreven las personas a las que más amas a decir algo … ¡¿acaso alargaron la mano para levantarme en aquel momento? ¿Cómo te atreves a hacer público que AHORA te importa…”
La publicación proseguía y, así, ha habido varias en las últimas semanas a raíz de su primera victoria legal. Por primera vez en 13 años, Spears ha podido elegir a su propio abogado, Mathew Rosengart quien pretende destituir a Jamie Spears como tutor de la fortuna de Brit.
Otro mensaje que enloqueció de empoderamiento a sus fans fue un directo: “Tómame como soy o bésame el culo, come mierda y pisa un Lego”. Justo en esta publicación es en la cual Britney anunció que no volvería a subirse más a un escenario mientras su padre siguiera diciéndole cómo bailar, qué ponerse de ropa o controlando su vida.
Mientras antes el Instagram de Britney se basaba en raros bailes grabada desde arriba (algunos de sus fans decían incluso que era una cámara de vigilancia instalada en su estancia y que la obligaban a bailar), ahora el ‘feed’ de la artista está lleno de frases inspiradoras, positivas, ilustraciones, bailes en otras estancias y desde otros ángulos y, por sorpresa, ¡un doble topless!
La cantante ha sorprendido liberándose del todo al lucir un mini short tejano y nada más. Eso sí, para evitar ser censurada por Instagram ha optado por cubrirse los pezones con dos efectos de estrella brillante y con sus propias manos.
Parece que no hay marcha atrás en el #FreeBritney y es que, por vez primera, ella es la protagonista de su propia liberación y va a por todas, tanto en la vía judicial como en la vía mediática.
Estas fotografías semidesnuda y estas lapidarias frases dicen mucho de su estado de ánimo y de su estado mental. Atrás quedó la Britney sumisa y abatida que parecía ser la última década y es que ahora, por fin, ha encontrado las fuerzas para luchar y retomar su vida.
