La decisión de Vladimir Putin de invadir Ucrania ya está teniendo consecuencias para los bolsillos de las grandes fortunas de Rusia. Los oligarcas asistían con preocupación al aumento de las tensiones en el conflicto y, una vez que ha estallado la guerra, el impacto económico se notó desde el primer día. Este 24 de febrero, cuando comenzó el ataque, la Bolsa de Moscú cerró con una caída histórica del 33%, aunque en algún momento de la sesión el descenso llegó a superar el 50%.
Durante la segunda jornada de la guerra, y una vez conocidas las primeras sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, la Bolsa de Moscú se recuperó un 22%, pero la situación sigue siendo de incertidumbre y las personas más poderosas de Rusia asisten con preocupación al desarrollo del conflicto.
No son temores infundados, puesto que algunos oligarcas rusos ya fueron sancionados por Estados Unidos en el pasado, lo que afectó significativamente a sus operaciones. Ahora se enfrentan a nuevos castigos que podrían ser más importantes. Hay que tener en cuenta que sus empresas cuentan con filiales en todo el mundo.
En la última lista de Forbes había 15 rusos entre las 200 personas más ricas del mundo, algunos con importantes vínculos con su presidente, aunque probablemente no aprueben sus últimas decisiones porque podrían tener consecuencias económicas muy negativas para ellos.
