Hace más de un mes que Vladímir Putin decidió invadir Ucrania. Un tiempo en el que las bombas rusas han destruido ciudades como Mariúpol, Járkov o Kiev, pero no han conseguido doblegar la resistencia feroz de los ucranianos en su defensa del territorio.
Al mismo tiempo, las sanciones internacionales de Occidente han afectado a la reputación del presidente ruso, sin embargo, en su propio país el conflicto no solo no le ha pasado factura, sino que incluso le ha reforzado, tal y como muestran los datos de Levada, una empresa independiente de encuestas.
Si en el mes de enero de 2022 el porcentaje de personas que aprobaban en Rusia las actividades de Putin era el 69%, en marzo la cifra ha subido hasta un 83%. 14 puntos que muestran que una amplia mayoría del pueblo ruso apoya la intervención militar en Ucrania.
Cabe recordar, en este sentido, que en los últimos meses la propaganda estatal ha jugado un papel muy importante en la transmisión de la realidad de cara a la población.
Además de la aprobación, el presidente ruso también ha visto cómo en otras variables su nivel de apoyo crecía. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en la confianza como líder, donde ha pasado de un 34% a un 44% en un tiempo récord.
Algo similar ha pasado con otros altos cargos, como el primer ministro, Mijaíl Mishustin (de un 59% a un 71%) o los ministros de Exteriores, Serguéi Lavrov, o Defensa, Serguéi Shoigú.
Putin ha sido el presidente de Rusia desde 1999, aunque en el periodo entre 2008 y 2012 se convirtió en primer ministro. Un tiempo largo que permite observar cómo ha evolucionado su popularidad a lo largo de los años y una de las cosas que más sorprende es cuándo ha estado en niveles más altos.
Ha habido varios momentos en los que se ha situado por encima del 80%. En sus primeros pasos al frente de Rusia (entre el 2000 y el 2003), poco después de la guerra en Georgia (2008) o con la declaración de independencia de Crimea (2014).
Curiosamente, cuando Rusia se encuentra en medio de un conflicto militar, el apoyo al régimen sube considerablemente. Por ejemplo, cuando en agosto de 2008 Rusia apoyó a las autoproclamadas repúblicas de Osetia del Sur y Abjasia, los efectos fueron inmediatos y Putin pasó de una popularidad del 80% en julio a una de un 88% en septiembre, una de las más altas que ha conseguido, tal y como revelan los datos de Statista.
Algo similar ocurrió con el conflicto en Ucrania y la crisis de Crimea y el Donbás. Entre 2014 y 2015 la popularidad del presidente ruso estuvo en todo momento por encima del 80% e incluso llegando a alcanzar picos del 89%. Una muestra de que cuando Rusia participa en conflictos internacionales, funciona a todo gas la maquinaria propagandística y el apoyo nacionalista a sus acciones es enorme.
SE HUNDE EN ESTADOS UNIDOS
Al mismo tiempo que el nivel de apoyo en Rusia es altísimo, la valoración de Putin en Estados Unidos se hunde. Según una encuesta de Pew Research Center, el nivel de confianza que inspira actualmente el presidente ruso se sitúa en un pírrico 6%.
Por contra, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski obtiene unas cifras de un 72%, los registros más altos de un líder mundial obtenidos en esta encuesta.
Respecto al presidente estadounidense, Joe Biden, hay división de opiniones. El 48% tiene confianza en su manejo de los asuntos internacionales, mientras que un 52% no la tienen.
