Digan lo que digan, la revocación de mandato indicó varias lecturas políticas en Veracruz, la primera es que Morena tiene fortaleza para rato y que por ende no habrá poder partidista que paralice el continuismo del gobierno de la “Cuatro T “, para que se posesione en el 2024 y repita en la estructura gubernamental.
Lo anterior se percibe ante el desenlace del reciente proceso electoral, en donde el partido guinda demostró capacidad y fuerza de movilización a través de sus dirigentes regionales y estatales, destacando la intervención del líder estatal morenista, Esteban Ramírez Zepeta, quien anticipadamente se supo coordinar con los comités municipales del interior de la entidad, con el fin de obtener buenos frutos electorales en la celebración de estos históricos comicios.
En los Llanos del Sotavento y los Tuxtlas, los diputados Liliana Castro Muñoz y Rafael Fararoni Magaña demostraron también control y organización electoral, lo cual se demostró con la copiosa votación que se registró en sus respectivos distritos electorales y hablando de tuxtlecos, en este enrollo electoral también sobresalió el trabajo del titular de JUCOPO, Juan Javier Gómez Cazarín, quien cosechó la tarea de operación política que viene ejecutando desde hace más de tres años Cazarín, a lo largo de nuestro estado, no solo ha construido una gran confianza al interior de Morena, sino que ha sabido sumar a diversas fuerzas partidistas al interior del partido guinda.
Independientemente de los buenos resultados que obtuvo Morena en la Revocación de Mandato, en los cuales sumó un millón 476 mil votos, los suspirantes a la gubernatura habrán de reclamar su pago en la contribución de los sufragios de esta faena electoral, por lo que el actual Coordinador del Congreso Federal, Sergio Gutiérrez Luna, quien para muchos no cuenta con el arrastre suficiente, ni el carisma para la grande de Veracruz, el de Minatitlán busca a todas luces la anhelada candidatura a la gubernatura.
Mientras tanto, las constantes apariciones de Roció Nhale García, Junto al Presidente de la República, AMLO, la convierten en una un fuerte prospecto para el 2024, lo cierto es que viene otra batalla electoral en la que seguramente se habrán de dividir los morenistas en el marco de una guerra en la que se darán con todo, destruyendo la unidad de la que hoy presumen y si no al tiempo.
Y nos vemos en la otra.
