Energía limpia y barata

Uno de los principales motivos para emprender una reforma constitucional y legal en México debería ser el lograr que la población tenga acceso a electricidad económica y que sea generada de manera que no contamine más el medioambiente.

Para muchos mexicanos, la competencia entre las empresas privadas que ofertan la producción de energía es la mejor forma de impulsar la instalación de paneles solares, aerogeneradores y demás implementos que generan electricidad limpia y más barata. Para otros, establecer reglas que privilegien a las empresas paraestatales para que dominen el mercado es la solución.

Estas dos visiones políticas y económicas que se han puesto en práctica en el siglo XX nos han dejado lecciones que no conviene olvidar: el libre mercado ha derrotado al dirigismo estatal porque la empresa privada es más capaz y eficiente en prácticamente todos los ámbitos de la vida humana: minería, agricultura, industria y comercio; el gobierno, en cambio, ha fracasado en este rubro, y por este motivo debe concentrase en atender la justicia, la seguridad, la defensa nacional y aquellos aspectos que le son reservados por su naturaleza y actividad rectora.

Los países que han impulsado el establecimiento de empresas privadas son los que mejor nivel de vida tienen; en cambio, los regímenes “dirigistas” han empobrecido a su población. En materia de energía, todos los días vemos noticias sorprendentes de lo que son capaces de inventar e implementar las compañías: vehículos eléctricos, casas con eco-generadores, baterías eficientes etc.

La globalización avanza de manera vertiginosa y, por ejemplo, con un celular de fabricación china, un joven mexicano puede adquirir un libro virtual sobre paneles solares en una tienda europea desde un país africano. Miles de empresas de todos los tamaños se han internacionalizado y cada día hay más personas que se benefician del libre comercio mundial.
La carrera es sorprendente, y por ello no es lógico frenar la creatividad humana en materia de producción de energía sino, por el contrario, es imprescindible abrir más este sector para que todos nos beneficiemos de la competencia.
   
El aldeanismo que promueve el gobierno mexicano con su discurso de “soberanía” y “autosuficiencia” es además anacrónico porque no atiende a la realidad. Las empresas se establecen en países donde se garantiza el respeto a la ley y a la propiedad. Allí donde se instalan pagan impuestos, producen bienes o servicios y generan empleos.

El México moderno y próspero lo será aún más si impulsa más empresas. La competencia, la propiedad y la libertad son los motores del progreso económico y por ello resulta satisfactorio ver empresas en nuestro país de todas partes del mundo y empresas mexicanas en muchos países. La 4T no puede derrotar a la historia ni a la tendencia mundial, simplemente se equivoca.

Twitter @basiliodelavega 18 de abril de 2022

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