Que envidia se siente
Dormir cómodamente,
Comer plácidamente
Y sin problemas en la mente.
Mi esfuerzo y agote
Lo entrego diario
Siendo muy solidario,
Y si parece poco
Es muy grande el tope.
Olor a mañana,
Sabor agrio muerto,
Entre todos mis propuestos
La vida sigue extraña.
Gasto vista en vela,
Y hambre que callo,
Un completo año
Sin hacer escenas.
Nada cambia,
Nada acorta,
Cada día y hora
Me guardo la rabia.
Espero en quiebre
Que todo termine,
Para beber sublime
Cómo si agua fuere.
Mis pies con tachuelas
Arden y sufren
Esperando el declive.
David Jorge Ambrosio Carballo