Uno de los políticos más pragmáticos del PRI, que lo mismo sirvió a Fidel Herrera que a Javier Duarte de Ochoa, e incluso aceptó la burla de éste cuando a propósito de su cumpleaños, lo humilló obsequiándole una caña de pescar, con la encomienda de que fuera al estero de Boca del Río a capturar a sus parientes, los peces gordos de Acción Nacional.
En aquella ocasión, el político priista hizo tremendo ridículo al levantarse frente a un auditorio repleto para recibir dócilmente el regalo del gobernador, agradecerlo en público y regresar muy ufano a su asiento. Hasta que alguien se dio cuenta de la burla y al otro día lo mandó a devolverlo a las puertas de la casa de gobierno.
Así es Héctor Yunes Landa, el político priista que aspira a ser gobernador de Veracruz.
En los sexenios de Fidel Herrera y Javier Duarte, Yunes Landa era un actor secundario, que no encajaba en los planes sucesorios de ninguno de los dos. Quiso suceder a Fidel y el de Nopaltepec lo paró en seco, cerrándole todas las opciones y es famosa la anécdota de que, en desagravio, el político de Soledad de Doblado vendió caro su apoyo al delfín fidelista para retirarse de la contienda.
Eran los tiempos “de la plenitud del poder”, cuando el líder de la Fidelidad todo lo arreglaba en cash, sabedor de que –bajo esa lógica– todo lo que se compra con dinero sale barato, y por ende, todo lo que se vende acepta su precio y como toda mercancía, se devalúa.
Así es Héctor Yunes, el político priista que aspira a ser gobernador de Veracruz.
En el sexenio de Duarte no le fue mejor. Los jóvenes de la fidelidad que llegaron al poder con el cordobés lo mantuvieron a raya. Fue la debacle duartista lo que le permitió avanzar y hacerse con la candidatura al gobierno del estado, con el apoyo de su amigo de siempre, el entonces dirigente nacional priista, Manlio Fabio Beltrones, quien desde su salida del PRI permanece en el ostracismo.
Una vez candidato en 2016, Yunes Landa no pudo remontar su imagen de político convenenciero, capaz de aguantar el maltrato de Duarte y los suyos con tal de mantenerse en la nómina, algo que su primo hermano, Miguel Ángel Yunes Landa, candidato de la coalición PAN-PRD, supo capitalizar muy bien para hacerle ver al electorado que los veracruzanos debían elegir entre un opositor de a deveras y uno de utilería.
Y el priista perdió la elección. Su nombre pasará a la historia como el primer candidato de ese partido en perder la gubernatura del estado en más de 80 años.
Así es Héctor Yunes Landa, el político priista y eterno aspirante a la gubernatura de Veracruz.
