La conciencia de la justicia social hace referencia a la necesidad de lograr un reparto equitativo de los bienes sociales, asegurando así la dignidad de todas las personas y la cohesión social. La justicia social se entiende en una doble dirección.
Por un lado, se trata de un principio de la vida social que guía tanto la acción individual como la acción de las instituciones en un país. Por otro lado, es una característica del modo de ser de las personas, según la cual se actúa desde la convicción de respetar siempre la dignidad de las demás.
Acuerdos y complicidad política, al parecer este pacto parece haber quedado entredicho y ha sido roto por una de las partes al salir el video del caso Lozoya donde hace un relato de hadas jugando a las escondidas, acusando a quien se le pone enfrente.
En este juego habría que probar todas las acusaciones argumentándolas con pruebas; que cuando el río suena tal vez es porque lleva agua. La respuesta fue inmediata en contraparte, sale el video de Pio López, hermano del actual presidente, y candidato de Chiapas.
¡La guerra ha empezado con miras a las elecciones 2021!, ya empezaron a tirar en esta guerra sucia de los usos y costumbres de los videos, donde agarraron a Pio López tomando dinero de un alto funcionario del gobierno actual. El presidente en una de las mañaneras acepta que “así es” que se reciben recursos para las campañas políticas de diferentes partes.
Lo más preocupante de esta guerra es que la ciudadanía se suele quedar atrapada en este pantano, indignada e inconforme ante las evidencias, pero sin que tenga una conducción jurídica, correcta y justa.
Toda esta impunidad es preocupante porque se da en las grandes esferas, sutilmente diciéndole al pueblo “esto está permitido en la política”; lo que esto provoca es envenenar las conciencias de los ciudadanos, sin que se conduzca por un camino de legalidad y se castigue a los culpables.
Hay que formar la conciencia de los ciudadanos, y esclarecer el juicio. Una conciencia bien formada es recta y veraz, formula sus juicios según la razón, conforme al bien. La educación de la conciencia es indispensable para todos los ciudadanos, sin dejarnos influenciar por información negativa que corre por los medios de comunicación y en todas las redes sociales. Esta tarea de la educación de la conciencia es en todo el trayecto de nuestra vida.
Es preciso que asimilemos y recordemos la enseñanza de nuestros padres que nos decían: hijo, sé honesto, justo y honrado. Cuando papá o mamá emiten juicios de valor, los niños suelen adueñarse de ellos, de esta manera, resaltando las acciones buenas y sancionando las malas, estarán colaborando a la formación de la conciencia.
Es muy importante el ejemplo, como nos decían los abuelos: “los hijos no nos escuchan, pero sí nos ven”. Es por esto que no debemos tanto dar lecciones de moral, cuanto aprovechar cada oportunidad de la vida diaria para formar juicios rectos porque un juicio erróneo trae consecuencias, sobre todo cuando se trata de elegir a nuestros gobernantes.
El hombre se ve a veces enfrentado con situaciones que hacen el juicio menos seguro y la decisión se torna difícil, pero debe buscar lo que es justo y bueno y discernir a la hora de decidir por quién votar.
Me dirijo a ustedes en la libertad. Tengo mi confianza invencible en los ciudadanos razonables, bien nacidos y aliados a este pueblo esperanzador que merece la prosperidad. Nuestra política es librar una guerra de conciencias, preparar, formar dicha conciencia que permita ser dueña de sí misma para tomar sus propias decisiones a la hora de elegir en las urnas.
Hemos sobrevivido a crisis anteriores y seguro estoy que sobreviviremos a esta, solo pretendemos la victoria para nuestro México, donde todos ganaremos. Si la fortuna es demasiado adversa, vencer debemos y vamos a vencer en esta batalla de conciencias. ¡El testimonio de mi conciencia es para mí de mayor precio que todos los discursos de los hombres!, porque ¡donde quiera que se esté bien, allí está la patria!
Y tú, ciudadano con derechos y obligaciones, en esta ocasión todos debemos preparar nuestra conciencia con miras a las elecciones 2021. Vivimos en un país libre y soberano que nos debe hacer progresar, ¿y quién tendrá jamás la osadía de instruirnos en la formación de dicha conciencia recta?
¡Jamás dejemos arrancar estos principios del seno de nuestro interior cuando en él se han refugiado la justicia, la verdad y la razón, para obrar con inteligencia en la protección de este santuario que es mi conciencia! Ella constantemente toca la campana como previniéndome cuando se pretende manipular la razón, donde furias y pasiones por ganar el poder declaran la guerra entre sí, no importando el daño que pudiera hacer a la conciencia de cada ciudadano.
Revistámonos con la armadura de los buenos valores y principios que han sostenido a este pueblo de México, formémonos en una conciencia justa y veraz.
¡Cuentan de la higuera que por sus frutos se conocerá!
