En diciembre 2002 “nació” en China el SARS CoV y pronto se dio a conocer por su fuerza patógena y rápida difusión causando brotes de Síndrome respiratorio agudo severo, de alta mortandad, fue la primera enfermedad nueva del siglo XXI. Ha sido el primer miembro de la notable familia Coronavirus, que se desprende de la mediocridad patógena de sus parientes causantes de gripas comunes de baja letalidad.
En 2003, el Dr. Carlo Urbani, microbiólogo italiano, hizo seguimiento de un enfermo con enfermedad respiratoria grave el hospital francés de Hanoi, Vietnam, percatándose de la gravedad y desconocimiento de la causa micro biológica, sus observaciones fueron aceptadas por la OMS y en la época se tomaron medidas efectivas, que fructificaron con el mejor conocimiento y control de aquel brote de Síndrome respiratorio agudo severo.
En 2012, el MERS-CoV, otro miembro de la familia Coronavirus hace su debut en sociedad, se hace notorio por los estragos en las vías respiratorios que causa en sus víctimas, el Síndrome respiratorio de oriente medio.
En 2019, el SARS-CoV-2, aparece bruscamente el nuevo miembro de esa estirpe, se presenta súbitamente en Wuhan, China exhibiendo agresividad letal, de rápida evolución hacia la muerte de la mayoría de sus víctimas, extendiéndose en el mundo a velocidad nunca vista. EL día 11 de marzo, 2020 la Organización mundial de la salud (OMS) declara pandemia a la Enfermedad por este Coronavirus, inédito en la historia. (Coronavirus, Síndromes respiratorios agudos. University of Rochester School of medicine and Dentistry).
La difusión del Coronavirus COVID-19 se inició en un mercado de animales exóticos vivos en Wuhan, China, se transmitió a humanos y se difundió con rapidez, contagiándose a través de gotitas de secreciones respiratorias, expulsadas al hablar, toser, estornudar, penetrando al organismo contagiado a través de mucosas, respiratoria, ocular, oral y oído externo.
Este virus es el mas altamente transmisible de la familia Coronavirus y se contagia desde que el paciente infectado, aun esta asintomático. La supervivencia de este ente microscópico fuera del organismo es variable, entre tres días en superficies duras como plástico, acero, manijas de puertas, hasta 24 horas en cobre y menos tiempo en cartón.
Ha habido casos como el ya célebre “Rey del veneno”, paciente con SARS, que en febrero 2003, en el hospital do Zhongshan, provincia de Canton, China contagió a noventa integrantes del personal médico, entre ellos al Dr. Liu Jianlun, que ya había investigado cercanamente el Coronavius y a quien se diagnostico mas certeramente la infección y se le conoce como “paciente cero”.
Se considera fueron los primeros “super contagiantes”, (superspreaders), del SARS, el Dr. Jianlun antes se había hospedado en el hotel Metropole de Hong Kong, contagiando numerosas personas que pasaron por el pasillo del piso nueve del hotel, posteriormente ha habido muchos casos de transmisores humanos, de esta envergadura (Luis Thompson, infectologia, universidad Santiago de Chile. Rev. Med. Hered., Vol. 4, Num. 22003)
En nuestro México, del mes de marzo al 30 de noviembre, 2020 se han contabilizado mas de 12 000 casos en un día, 1090,000 contagiados y 106,000 muertes.
No hay tratamiento efectivo se han preconizado diversos fármacos, hidroxiquinoleina, Azitromicina, Dexametazona, Remdezivir, Dióxido de cloro, sin que haya consenso que confirme efectividad con estudios. La única medida efectiva, aceptada por investigadores, médicos y OMS es la prevención mediante cuarentena, cubre bocas, distancia personal, aseo frecuente de manos. El contagio puede ser transmitido por un enfermo que contaminé una superficie que usted toca, 24 horas o tres días después, permanece vivo y al acecho.
La OMS ha pedido a los lideres de del mundo, promocionar las sencillas medidas preventivas, pero no ha habido una respuesta unánime, los resultados negativos son evidentes al conocer las estadísticas impresionantes de infectados y muertos por la infección causada por familia Coronavirus. Toda biografía tiene epilogo, ésta aún no, y el mundo permanece expectante… temeroso del final.
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