Un video que circuló en redes sociales durante las últimas horas mostraba una supuesta lona colgada en la fachada del Palacio Real de Madrid con la frase “Nada por lo que pedir perdón”. Esta imagen, que rápidamente atrajo la atención de los internautas y turistas, ha sido confirmada como falsa. El twittero @tip0DeIncogni ha verificado que no hay ninguna lona en el icónico edificio, lo que confirma que se trata de un montaje creado mediante inteligencia artificial.
El impacto del vídeo de la lona en el Palacio Real de Madrid en redes sociales
El usuario de X @tip0DeIncogni publicó inicialmente la grabación, lo que generó un fuerte debate entre los usuarios. En el vídeo, se observaban a turistas asombrados tomando fotografías de lo que parecía ser una enorme lona desplegada sobre la fachada principal del Palacio Real. La frase “Nada por lo que pedir perdón” despertó múltiples interpretaciones, y pronto el contenido se volvió viral. Sin embargo, muchas personas comenzaron a sospechar de su autenticidad, argumentando que podría tratarse de una imagen generada por inteligencia artificial debido a la falta de comunicación oficial por parte de las autoridades. Unas horas más tarde, el twittero confirmó la falsedad de esta lona.
¿Qué significa “Nada por lo que pedir perdón”?
La frase de la lona no es casual y tiene un trasfondo histórico y político. “Nada por lo que pedir perdón” es el título de un libro escrito por el argentino Marcelo Gullo Omodeo, en el que defiende el legado del Imperio español frente a las críticas sobre su pasado colonial. Gullo argumenta que, a diferencia de otras potencias coloniales europeas como Inglaterra o Francia, España no fue responsable de las peores atrocidades que suelen asociarse con la colonización, como la esclavitud masiva o el genocidio. Por el contrario, el autor sostiene que los españoles conquistaron de manera más benevolente y que la historia ha condenado injustamente al país.
En este contexto, la frase busca reivindicar la herencia española y desafiar la narrativa dominante que tiende a criticar el pasado imperial del país. El lema sugiere que no hay motivo para que España pida disculpas por su historia, defendiendo su papel en la construcción del mundo moderno. Este discurso, aunque polémico, ha encontrado eco entre sectores que buscan rehabilitar la imagen del país frente a las críticas históricas.