Tras siete años alejada de la actuación, Emma Watson reflexionó sobre la presión de la fama y profundizó en relación a aquellos aspectos de su profesión que llegaron a resultarle “desmoralizantes”, aunque admitió que extraña actuar frente a una cámara.
En una entrevista con la revista Hollywood Authentic, la actriz británica reconoció que el costado promocional de la industria cinematográfica terminó agotándola y habría sido uno de los motivos que la llevaron a mantener una pausa prolongada en su carrera.
La intérprete de 35 años no participa de la producción de una película desde diciembre de 2018, cuando fue parte del elenco de la adaptación de Mujercitas, film dirigido por Greta Gerwig. Desde entonces, la estrella que alcanzó la fama mundial como Hermione Granger en la saga de Harry Potter ha mantenido un bajo perfil, alejada de los sets y enfocada en sus estudios de posgrado y la formación académica.
En la charla, la actriz expresó que este período de distancia le permitió alcanzar un gran bienestar personal. “Quizás me encuentro más feliz y saludable que nunca”, aseguró, marcando un contraste con la presión que sentía durante sus años de mayor exposición en Hollywood.

Watson explicó también que el verdadero peso de su profesión no recaía únicamente en el rodaje o la preparación de un papel, sino en todo lo que venía después.
“El componente más importante, más allá del trabajo en sí, es la promoción y venta de esa obra de arte”, mencionó.
En ese sentido, fue contundente: “Seré honesta y directa: no extraño vender cosas. Me pareció bastante desmoralizante, destructivo para el alma, aunque sí extraño mucho usar mis habilidades interpretativas y extraño mucho el arte. Simplemente me di cuenta de que tenía muy poco tiempo para hacer lo que realmente disfrutaba”, sostuvo.
La intérprete apuntó que, durante los rodajes, apenas quedaba espacio para ensayar o para preparar con calma una escena. Sin embargo, cuando lograba conectar con un momento frente a la cámara, se producía una experiencia única.
“Es una forma de meditación muy intensa, porque simplemente no puedes estar en ningún otro lugar. Es muy liberador. Lo extraño profundamente, pero no extraño la presión”, dijo.
A modo de ejemplo, contó que recientemente participó de manera informal en una pequeña obra con amigos y reconoció que volvió a sentir ciertas incomodidades. “Pensé: ¡qué estresante! Y eso que ni siquiera fue para un público real ni nada por el estilo. No extraño nada de eso”, relató.
Aunque siempre será recordada como Hermione Granger, Watson logró consolidar una filmografía con películas como Noé, La bella y la bestia y Mujercitas, que le permitieron demostrar su versatilidad y recibir elogios de la crítica. Los dos últimos títulos, además, fueron éxitos en taquilla.

En la entrevista, la actriz reflexionó sobre la necesidad que llegó a sentir de recuperar un equilibrio personal después de tantos años de exigencias profesionales.
“Lo más importante, en realidad, o el cimiento de tu vida, es tu hogar, tus amigos y tu familia. Creo que trabajé tan duro durante tanto tiempo que mi vida, en cierto modo, tocó fondo”, resaltó.
Watson admitió que esa etapa la obligó a reconstruir su propia rutina fuera de la pantalla. “Necesitaba construir algo, unos buenos cimientos sobre los que pudiera crecer cualquier otra cosa. Porque si no tienes eso, surge una especie de manía, una especie de pánico en el que pasas de un proyecto a otro aterrorizada por el vacío que los separa. Te das cuenta de que tu vida no tiene ritmo”, consideró.
Su distanciamiento de Hollywood no fue repentino. En 2023, en una entrevista con el Financial Times, la actriz mencionaba que “no estaba muy contenta” con la profesión y que “se sentía un poco enjaulada”.
Esa incomodidad la llevó a extender una pausa que se mantiene hasta hoy. Desde su última película, Watson solo apareció en pantalla en el especial de 2022 con motivo del vigésimo aniversario de Harry Potter, así como en el programa Pickled, también ese mismo año.