Con temple de hierro, a pesar de los embates que recibió de propios y extraños antes y durante la etapa de campaña, la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle García, terminó bien la prueba electoral e inició una nueva etapa rumbo a la toma de posesión, el próximo 1 de diciembre.
A dos semanas de las elecciones del 2 de junio, y ya con la constancia de mayoría que la acredita como gobernadora electa de Veracruz en su poder, la ingeniero Rocío Nahle García –quien ganó los comicios con más de 2 millones de votos a su favor- ha comenzado a ejercer las atribuciones que la ley le confiere, demostrando que no le tiembla la mano para fijar su posición ante la problemática que enfrenta el Estado.
Consciente de su responsabilidad y de las facultades que le otorgan la Constitución y las leyes, así como de la holgada mayoría que la coalición “Sigamos Haciendo Historia” tendrá en la próxima Legislatura local, la mandataria electa no ha perdido el tiempo para iniciar el proceso de transición de poderes, que va más allá de una simple entrega-recepción del Poder Ejecutivo estatal.
En principio, Nahle García ha mandado mensajes políticos claros en el sentido de que en su administración habrá orden y de que promoverá las modificaciones administrativas necesarias para ajustar el gobierno a las necesidades del estado, sobre todo, para atender el problema de la inseguridad en las zonas donde se deba atender y no permitir prácticas de corrupción.
Como parte de esos mensajes, en el terreno político, la gobernadora electa ha decidido actuar con transparencia y de frente a la opinión pública, al anunciar a quienes serán responsables de las diversas áreas de su gabinete.
En ese sentido, hay que destacar su decisión de designar al alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil, al frente de la Secretaría de Gobierno, quien a partir del próximo 1 de diciembre será el responsable de la política interior del estado. Ahued es un político institucional, que sabe escuchar y conciliar, y sin duda será pieza clave para tender un puente de entendimiento con todos los grupos políticos y sociales de la entidad.
Por lo que se refiere al sector de la economía, la mandataria electa optó por un empresario conocido entre sus pares, e identificado plenamente con la Cuarta Transformación, como el aún senador Ernesto Pérez Astorga, para que se haga cargo de la Secretaría de Desarrollo Económico.
En la Secretaría de Cultura, de reciente creación, ha decidido designar a María Xóchitl Molina, profesora de Educación Primaria, originaria de Tatahuicapan, quien cuenta con un diplomado dialógico en Historia Social y Oral y una maestría en Gobierno, así como una licenciatura en Pedagogía por la Universidad Pedagógica Nacional.
De igual forma, confirmó el nombramiento de Luz María Zaleta, Ingeniera Ambiental por la Universidad Veracruzana (UV), quien será titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) durante la próxima administración estatal.
En el ámbito de la procuración de justicia, a la mandataria electa no le ha temblado la voz para expresar su preocupación por la lentitud con que la Fiscalía General del Estado ha actuado en procesos como el del senador electo del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien enfrenta denuncias por el uso de documentos falsos, falsedad ante la autoridad y fraude procesal.
Más aún, la señora Nahle se pronunció a favor de que la próxima Legislatura local revise la factibilidad de mantener el periodo de 9 años otorgado al titular de la Fiscalía en el bienio anterior y anunció que respetará la autonomía del organismo.
“Voy a darle el tiempo que tiene la Fiscalía a menos de que haya otra cosa, pero lo que sí ocupa es que se cumpla la Ley y que se cumplan los términos”, dijo de manera textual.
Con sus decisiones, Rocío Nahle confirma que a pesar de la dura campaña enderezada en su contra durante la etapa electoral, ha logrado mantenerse ecuánime, como una mujer de hierro, y actuar con la estatura política que demanda un estado de la importancia de Veracruz.
