Su particular pulso contra el sistema al negarse a ponerse la vacuna contra el coronavirus le está pasando factura a Novak Djokovic en cuanto a su rendimiento, lo que se está traduciendo también en frustración y este 24 de abril el serbio protagonizó una nueva controversia al casi golpear a un recogepelotas durante la final del ATP 250 de Belgrado.
El aún número 1 del mundo mejoró algo su nivel en el torneo de la capital serbia. Era su segundo campeonato en tierra batida esta temporada tras perder en su debut en el Masters de Montecarlo frente a Alejandro Davidovich y, apoyado por su público, pudo alcanzar la final después de varias remontadas. Sin embargo, cayó ante Andrey Rublev, que le superó por 6-2, 6-7(4) y un contundente 6-0 en la tercera manga.
El ruso empezó dominando el partido, pero Nole se recuperó y se alzó con el segundo set en el desempate, pero en el tercero y definitivo se llevó un inusual rosco mostrando que estaba desfondado y frustrado. Precisamente en la manga final fue cuando protagonizó el lamentable incidente con el recogepelotas.
Durante un punto, Rublev lanzó una derecha cruzada y Djokovic, muy atrás en la pista y escorado en una de las esquinas, no tenía ninguna opción de llegar a la bola. Sin embargo, decidió iniciar la carrera y después lanzó su raqueta. Esta salió en dirección al recogepelotas que estaba junto a la red, que tuvo que levantarse para esquivarla. Solo su rápida reacción evitó que le golpeara.
En un vídeo grabado por un fan que asistía al partido en el Novak Tennis Center se puede ver cómo el chico recogió después la raqueta del suelo y se acercó a Djokovic para devolvérsela.
LOS MALOS MODOS DE DJOKOVIC
El 20 veces ganador de torneos del Grand Slam cuenta con una larga lista de incidentes de abusos de raqueta. En los Juegos Olímpicos de Tokio del año pasado, lanzó una de ellas contra la grada durante el partido por el bronce, que perdió contra Pablo Carreño, cuando vio que no llegaba a una bola. Afortunadamente, no había nadie, ya que el evento se celebró sin público por las restricciones del coronavirus.
No fue el único momento de locura que tuvo durante aquel encuentro frente a Carreño, ya que también destrozó una raqueta lanzándola con dureza contra la red.
“¿Qué quieres que te diga? Es algo que pasa en el fragor de la batalla, no está bien, por supuesto, pero soy así. Hago estas cosas, pido perdón por el mensaje que transmiten. Pero todos somos seres humanos. A veces es difícil controlarse”, explicó después de aquel partido.
Precisamente también en un partido ante Carreño el serbio acabó descalificado por sus malos modos. Fue en los octavos de final del Open de Estados Unidos de 2020. Después de perder uno de sus servicios, sacó una bola del bolsillo y, cabreado, la lanzó con su raqueta hacia la pared, pero golpeó en el cuello de una jueza de línea, que cayó al suelo con un grito de dolor.
El serbio se disculpó inmediatamente con la mujer, pero la organización del torneo decidió descalificarlo por el incidente.
No aprendió demasiado de aquella descalificación porque en uno de los siguientes torneos que disputó, el Masters 1000 de Roma, volvió a perder los nervios y destrozó una raqueta contra el suelo en un partido ante Dominik Koepfer.
PROBLEMAS DE SU FALTA DE RITMO
Más allá de su incidente con el recogepelotas en Belgrado, es evidente que la falta de ritmo de Djokovic esta temporada le está afectando. Tras perder ante Rublev explicó que “se quedó sin gasolina”. El serbio, deportado de Australia y ausente de otros torneos al no estar vacunado, solo lleva ocho partidos jugados en 2022.
Sin embargo, se muestra optimista de cara al futuro y se ve con opciones de conseguir su tercer triunfo en Roland Garros. “Las cosas están progresando de forma lenta pero segura. París es el gran objetivo y, con suerte, estaré listo para entonces”, aseguró.
