El 27 de diciembre es la fecha límite para que los partidos políticos PRD, PAN y PRI concreten su alianza con miras a la elección local del próximo año.
Y mientras en apariencia parecen avanzar las negociaciones entre los dirigentes de esos partidos para decidir en cuáles distritos y municipios van a imponer cada uno sus candidatos, la realidad es que no es así.
Gente cercana a los dirigentes reporta que hay serias dificultades entre los tres y que no logran ponerse de acuerdo ni concretar avances pese a que el tiempo los apremia.
Son, como lo dio a conocer el OPLE, mil 104 cargos de elección popular los que estarán en juego y en una alianza tienen que ponerse de acuerdo los partidos que intervengan para hacer el reparto de las candidaturas.
Se trata de 50 diputados, 212 alcaldes, 212 síndicos y 630 regidores para cuyo reparto entre los tres aliados no sólo influiría el criterio de proporción por el número de votos que representa cada instituto político, sino los municipios donde son gobierno y los distritos donde tienen diputados.
Pero el número de posiciones que le correspondería a cada uno también depende de quiénes estén propuestos como candidatos, pues tendrán que tomar en cuenta que les conviene una abanderada o un abanderado con presencia real en el municipio o en el distrito, según sea el caso.
A esos aspectos tienen que agregar el de la equidad de género que deberán cumplir como requisito legal que los obligará a presentar la mitad de candidatas y la mitad de candidatos.
O sea que no está nada sencillo el reparto.
Pero por lo que se sabe no es ni será este aspecto el que atore las negociaciones, sino los intereses del dirigente de uno de los partidos que ha sido señalado de haber recibido ayuda del gobierno de Morena para alcanzar la presidencia de su instituto político.
Además de que estaría viendo a los otros dos, a sus posibles alidados, como partiditos que no le aportarían gran cosa.
Comentan que del PRI se expresa en el sentido de que “no trae nada” y del PRD que lo ve “muy chiquito”.
El caso es que esa alianza de la que tanto se ha hablado y por la que David Velasco lleva meses buscando la candidatura para la alcaldía de Xalapa, podría no concretarse.
Al menos por ahora está estancada y quienes la viven desde adentro comentan que no avanza y que todo apuntaría a que tanto Marlon Ramírez del PRI como Sergio Cadena del PRD optarían por abrirse para dejar solo a Joaquín Guzmán Avilés del PAN.
A menos, claro está, que el del albiazul se dé cuenta que no sólo les conviene la alianza, sino que es necesaria para que puedan dar una pelea efectiva en las elecciones de junio de 2021.
Aunque ya hay quienes sospechan que el desinterés que muestra en las negociaciones que han intentado para el reparto de las candidaturas obedece a que tendría la consigna de echar abajo la posible alianza.
Y que esto sería porque así le conviene, por aquello de la denuncia que hay en su contra por posibles malos manejos en los que habría incurrido cuando fue titular de la Sedarpa en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.
¿Será?
Al único que le conviene que estos tres partidos vayan solos en la contienda es a Morena y comentan que en Palacio de Gobierno ya se frotan las manos, pues sin alianza opositora, la mayoría de los candidatos de la cuatroté prácticamente tienen asegurado el triunfo.
Al tiempo.
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